lunes, 20 de julio de 2009
Frecuentemente los meteoritos, enormes basuras del espacio
buscan alterados el choque de sus masas
librando luminiscencias e imperceptibles sonidos
en el negro infinito que los rodea.
En ocasiones, alcanzada la atmósfera terrestre
estos seres de piedra, hierro -níquel
abominables socotrocos intergalácticos
se desintegran como hogazas viejas.
No es usual el trayecto que persiguen
ciertamente, no persiguen nada de nada.
Navegantes del vacío
los meteoritos se asemejan a los poetas
las aves del azur.
Harman